Jeremías 9: 23, 24
Así
dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni
en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas
alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia,
juicio y justicia en la tierra; porque
estas cosas quiero, dice Jehová.
El Señor nos quiere llevar a pasos bien definidos.
La vida cristiana está marcada por fases distintas dentro de lo profundo, real,
genuino, auténtico conocimiento adonde nos quiere llevar el Señor.
Dios nos está llamando a retarle, a buscarle, a no
contentarnos con lo que tenemos de Él actualmente, nos está llamando a no ponerle
límites, a fin de que realmente lo
conozcamos. Acordándonos de lo que decía el apóstol Pablo “Y si alguno se
imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo” (1 Corintios 8: 2).
Aun no conocemos a Dios como debemos conocerlo,
aún nos falta mucho por andar, pero Él nos dice hoy:
“…alábese en esto el que
se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme…”.
Aún no me han conocido
como deben conocerme, aun les queda mucho camino por recorrer, aun hay
sendas nuevas que transitar. Si soy eterno,
si mi entendimiento no tiene
fin, ¿cómo se contentan con lo poco que tienen hoy?
No nos contentemos con lo
que tenemos hoy, pidamos más de Él. Y en ese pedir recordemos que el hijo de
Dios, el ministro del Señor, el obrero del Señor, no importando su función
dentro del Cuerpo de Cristo debe pasar por las siguientes etapas en su
desarrollo cristiano:
1.
Conocimiento 2. Revelación 3. Experimentación 4.
Realización
1.
Conocimiento - este es el conocimiento mental, intelectual; necesario si,
pero es apenas el primer peldaño de la escalera. Judas como discípulo del Señor
tuvo conocimiento. Aprendió con su mente natural, pero nunca llegó a la fase de
la revelación. A cada conociendo debemos anhelar que el Señor nos lleve a la
revelación. El mero conocimiento no me sostiene en el día malo. Cuando estudiamos el conocimiento aumenta es
cierto, pero no debemos quedarnos solamente allí, es necesario y urgente que
lleguemos a la…
2.
Revelación - La revelación es la
iluminación de la verdad que el Señor nos está mostrando. La revelación es una
sola pero la iluminación es progresiva. Usamos la palabra revelación en el
sentido de iluminación. Si ayer teníamos un entendimiento como un bombillo de
25 voltios, debemos anhelar que la intensidad de la revelación o iluminación
aumente. No nos contentemos con 25 voltios si nuestro Dios tiene voltios
infinitos. El apóstol Pedro pasó del conocimiento a la revelación cuando dijo:
Mateo 16: 15 -17 - El les dijo: Y vosotros,
¿quién decís que soy yo? 16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios
viviente. 17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón,
hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está
en los cielos.
La revelación es cuando el conocimiento pasa de
ser mental y llega a formar parte de nuestro ser. Es cuando el conocimiento
cambia de la mente al corazón. El conocimiento intelectual puede ser remecido
por muchas cosas, sin embargo el conocimiento revelado no será sacudido. Puedo
aún fallarle a Dios, pero la revelación me traerá de vuelta al lugar del cual
nunca debería haber salido.
Muchos han tenido revelación, y creyeron que esto
era todo, pero la revelación sin la experimentación está incompleta. Y es más,
cada vez que el Señor nos da una nueva revelación, una nueva iluminación, le
seguirá la experimentación. Nuestro Dios no es un solamente Dios teórico, sino
que es un Dios práctico, y por ende, nos lleva a la práctica, a la
experimentación.
3.
Experimentación - Después de la revelación,
después que el conocimiento bajó de la mente al corazón, Dios me hará andar en
esa revelación. Cada vez que el rey David confesó lo que era Dios para él,
conocimiento recibido y revelado, tuvo que pasar por la experimentación. Usted
y yo no seremos diferentes. Estamos en la misma escuela, con el mismo Maestro,
y sus métodos aun están vigentes.
En Mateo 26: 69 - 75 cuando Pedro niega al Señor, el falló en la
experimentación. Lo mismo nos puede pasar, pero si tenemos la revelación
volveremos a la verdad.
Cuando tenemos la revelación, podemos fallar
muchas veces en la experimentación, pero lo bueno es que nuestro Dios no se
desanima e insistirá hasta que pasemos esta etapa para entonces llevarnos a la…
4.
Realización - Cuando
regreso a la posición que Dios me tiene,
o paso la prueba de la experimentación, entramos en otra fase: la realización,
en donde no nos importa lo que diga la gente, en donde podemos aceptar que no
somos los superhombres / supermujeres
que creíamos, en donde
experimentamos que en nuestra debilidad es cuando su poder se manifiesta, en
donde podemos dejar que Dios sea quien defienda nuestra reputación. En donde
podemos confiar en Él pase lo que pase, en donde estamos dispuestos a pagar el
precio que sea con tal de conocerle.
Esto fue lo que le pasa a Pedro cuando en Juan 21
Jesús lo confronta con su negación, restaurándolo a la posición que tenía para
él; igualmente Pablo lo experimentó, tal como se registra en…
Filipenses 3: 8 - Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia
del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor…
Es ahora cuando estamos listos para hacer todo lo
que Él tiene para nosotros, no importa dónde sea, ni cómo sea, con tal de que
le agrade a Él.
Conclusión: para cada nueva realización donde nos quiere
llevar el Señor, necesitamos pasar por el conocimiento, por la revelación, por
la experimentación y por la realización.
Si usted analiza su vida se dará cuenta que ha
pasado en muchas ocasiones por estas fases, y que el proceso seguirá, pues la
revelación no tiene fin, y el Señor nos quiere llevar a nuevas realizaciones.
Puede que en varias áreas está andando ya en la realización, pero hay muchas
más que podemos estar aun en el mero conocimiento. Es un camino de progresión,
en donde la luz aumenta paulatinamente.
Busquemos el conocimiento, busquemos la
revelación, andemos en la experimentación y trabajemos en al realización.
Animémonos y avancemos. Dios está de nuestra parte, el anhelo del Señor es que
no seamos cristianos teóricos solamente, sino cristianos que caminemos en la
luz de nuestro Dios.
Anhelemos conocer más y más del Señor, busquemos
cada día lo fresco de nuestro dios.
No vivamos de las revelaciones del ayer, y mucho menos de las revelaciones
ajenas. Tengamos nuestras propias experiencias con Dios, hay mucho camino por
recorrer.