Proverbios 28:23 – El que reprende al hombre, hallará después mayor gracia que el que lisonjea con la lengua.
El entorno en el cual vivimos es el de un mundo permisivo, hedonista y libertino al extremo. Todo el que ose y se atreva a denunciar lo malo es tildado de intolerante, intransigente, radical o fanático.
La filosofía del mundo ya no es el "vive y deja vivir", sino que ha cambiado al "vive y obliga a todos a que vivan como tú", y agregando “no permitas que nadie te diga como debes vivir; si te es placentero, hazlo; no aceptes nada que ponga freno a tus inusuales pretensiones".
La tan cacareada "libertad de expresión" se ha vuelto mordaza en las bocas de los que pregonan moralidad, rectitud y vida en Cristo Jesús.
Ante tales extremos al creyente se le ofrece la única salida grata a los ojos de Padre celestial: reprender lo que debe ser reprendido en la seguridad que ante Dios hallará mayor gracia.
En el mercado de esclavos
Hace 10 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario