lunes, 28 de marzo de 2011

Del libro de Cantares: Cap. 1:1,2

Cantares 2: 1, 2 – 1 Cantar de los cantares, el cual es de Salomón. 2 ¡Oh, si él me besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino.

El libro se inicia con las palabras “Cantar de los cantares, el cual es de Salomón”, mostrándonos quien es el autor –Salomón– y especificando qué tipo de texto es este libro. No es un “cantar” solamente, es un “Cantar de los Cantares”, es decir, entre los más, el mejor; dicho de otra manera, es “el más entre los más”, “el más de los más”.

¡Oh, si él me besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino.
“Si él me besara…”
El beso es intimidad, el beso es necesidad, el beso es deleite. Puede indicar un deseo de algo que todavía no lo es, un anhelo de que suceda; es algo que se imagina, que se sueña pero que todavía no se ha logrado. Sin embargo, es necesaria esta fase antes de la consecución de lo deseado. Es necesario el deseo de tenerlo antes de poseerlo. Si no hay el deseo ardiente de lograrlo no se logrará. ¡Si así funcionan las metas, los propósitos en el mundo natural, cuanto más el mundo espiritual!

“…mejores son tus amores que el vino”. El pasaje es de doble significado. El vino representa gozo, alegría, exuberancia. Es lo máximo para alcanzar placer, satisfacción. Pero los amores con el Señor superan todo eso. En otras palabras, podrá haber muchas cosas que generen satisfacción al alma del hombre pero nada se compara con la satisfacción que viene de la relación íntima y profunda con el Señor.
También puede significar la historia de una vida que conoció la intimidad con su Señor y la ha perdido y la añora ansiosamente. Una vida que vivió cerca de su Señor, que experimentó sus amores, que supo que dichos amores fueron mejores que cualquier otro amor y por alguna razón lo perdió y ahora lo desea nuevamente. Puede imaginar cómo es porque lo ha vivido, pero en el presente no lo tiene. Y aunque sabe que no lo tiene, que lo ha perdido, lo está deseando, lo está buscando desesperadamente.

¿En cuál fase está usted? ¿Lo ha tenido y lo ha perdido o nunca lo ha tenido?
Le tengo buenas noticias. Cualquiera sea su situación esta palabra es para todos.
Tan pronto reconocemos nuestra necesidad y venimos a Cristo el Señor recibiremos respuesta.

Oremos: Señor Jesús, anhelo más intimidad contigo; sé que tus amores son mejores que cualquier otra cosa, lo he conocido, pero sé que hay más. Lo necesito urgentemente, llévame a una nueva intimidad contigo, quiero más cercanía, más proximidad. Yo sé que lo tuyo es lo mejor, pero a veces vivo como si no lo fuera. No quiero solamente “saber” que tus amores son mejores que otras cosas, sino que quiero vivirlo día tras día. ¡Ayúdame, Salvador, dame más de ti!

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