domingo, 1 de agosto de 2010

De la Epístola a los Romanos: Cap. 5:1

Romanos 5: 1 – Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.

Este verso explica el gozo, la paz, la alegría que envuelven al recién nacido del Espíritu. El peso del pecado, de la culpa, de la condenación es agobiante, y al ser justificados, al ser declarados limpios de pecado, libres de la culpa y condenación, el gozo irrumpe llenando todo nuestro ser. En aquella primera experiencia no sabíamos, no entendíamos lo que nos estaba ocurriendo, pero definitivamente disfrutábamos del producto de la justificación.

¿Cuántos hay en nuestras iglesias evangélicas que nunca experimentaron esta justificación? ¿Nos sorprendería saber que hay muchos “calentando sillas”, pero que no han nacido de nuevo? Ciertamente muchos se sorprenderían, y más, al conocer que el número de lo que caen en este renglón, es grande.

Conforme avanzamos en la vida cristiana viviremos a diario esta declaración del apóstol Pablo –instrumento del Espíritu Santo de Dios.

Cuando pecamos contra Dios y el prójimo, por palabras, hechos o pensamientos, perdemos la paz; y es entonces cuando debemos –con urgencia notoria– tirarnos a los pies del aquel que dijo: “Vengan luego y estemos a cuenta...” (Isaías 1:18). Para recuperar la paz de Dios en el corazón debemos confesar nuestros pecados, y Él que es fiel y justo, está dispuesto a perdonarnos y limpiarnos de toda maldad (1 Juan 1: 9). La consecuencia será nuevamente la paz y el gozo en el corazón.

Oremos: Gracias Señor, por habernos justificado. Gracias por la paz que sobrepasa todo entendimiento y que nunca la hubiéramos tenido sin ti (Filipenses 4:7). Gracias por la fe, esa medida que has dado a cada uno de nosotros (Romanos 12: 3b), tú que eres el autor y el consumador de la fe (Hebreos 12: 2).

1 comentario:

  1. Gracias a Dios por la paz que nos da al ser justificados a través de Jesús. Es muy cierto, casualmente hoy escuché a un predicador diciendo que hay gente que no sabe cuando nació de nuevo, parece increíble, pero es cierto, ya que no saben cuando se operó este cambio en ellos, y hay algunos que no están seguros si han nacido de nuevo porque no han cambiado y no tienen paz, es importante meditar en esto, ya que es un tema importante en la Iglesia del Señor.

    La ausencia de paz en nuestras vidas siendo salvos es un tema importante que denota que nos hemos salido de la Presencia de Dios.

    Gracias por sus excelentes comentarios, que Dios la siga bendiciendo!

    Con cariño,

    Lynn

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