martes, 29 de mayo de 2012


Salmo 73:  ¿Por qué los que no tienen a Dios prosperan? 


B.    ¿Para qué me he guardado tanto para Dios?
Salmos 73:12 – 14 à 12 He aquí estos impíos, sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas. 13 Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón, y lavado mis manos en inocencia; 14 pues he sido azotado todo el día, y castigado todas las mañanas.
*    Después de todo, ¿para qué me estoy guardando tanto par Dios? ¿Y si Dios no existe? ¿Y si todo eso es una locura? ¿Y si cuando uno se muere todo se acaba?¿Para qué tanto sacrificio?
*    Guardándome para Dios y mi juventud pasando... Todas mis amigas se han casado; claro, ellas no eran tan exigentes como yo tengo que ser…  
*    Varios de mis compañeros de secundaria están bien en la vida, y yo, por guardar mi honradez todavía ando en ómnibus

C.    ¿Por qué no ser como uno de ellos?
Salmos 73: 15, 16 àSi dijera yo: Hablaré como ellos, he aquí, a la generación de tus hijos engañaría.  Cuando pensé para saber esto, fue duro trabajo para mí,
*    ¿Qué problema hay en no decir la verdad a veces? ¿A quién le preocupa que yo sea siempre el irreprochable? ¿Por qué tengo que ser el perfecto si sólo soy un ser humano?
*    ¿Qué problema hay en salir con mis amigos inconversos por unos días? Total ellos son buena gente; es más, son mejores que muchos cristianos. Por lo menos ellos no se la pasan criticando, ellos son “cool”.
*   Pasamos por estas luchas y no entendemos. Decimos “Señor, tanto te estoy buscando, y todos los días me sucede algo; es palo a toda hora. ¿Hasta cuándo?”
*    Y nos desanimamos y bajamos la guardia; descuidamos nuestra vida devocional; empezamos mayormente a aceptar los valores del mundo y cuando menos lo esperamos, cuando menos nos damos cuenta, estamos enredados en muchas cosas y fácilmente podemos volver al mundo, a la vida sin Cristo.
*    No pertenecemos a este mundo; aquí estamos de paso por eso no podemos ni debemos hacer ni pensar como los habitantes de este mundo.
*    Somos embajadores del Reino Eterno cuyo Rey es Jesucristo. Debemos mantener y mostrar las costumbres y los estándares de nuestra patria celestial.
*    Pasamos por luchas, conflictos; terribles batallas mentales, pero si somos sinceros en el fondo de nuestro corazón; si, a pesar de todas las pruebas, de todas las luchas, queremos seguir adelante, nos encontraremos con lo que encontró Asaf…
     (Continuará...)

jueves, 24 de mayo de 2012

Salmo 73: ¿Por qué los que no tienen a Dios prosperan? 

Salmos 73: 1 – 9
1 Ciertamente es bueno Dios para con Israel, para con los limpios de corazón. 2 En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; por poco resbalaron mis pasos. 3 Porque tuve envidia de los arrogantes, viendo la prosperidad de los impíos. 4 Porque no tienen congojas por su muerte, pues su vigor está entero. 5 No pasan trabajos como los otros mortales, ni son azotados como los demás hombres. 6 Por tanto, la soberbia los corona; se cubren de vestido de violencia. 7 Los ojos se les saltan de gordura; logran con creces los antojos del corazón. 8 Se mofan y hablan con maldad de hacer violencia; hablan con altanería. 9 Ponen su boca contra el cielo, y su lengua pasea la tierra.

  • ¿Por qué los que menos buscan a Dios se ven mejores que los que más Le buscan?
  • ¿Por qué mi vecino, que es un terrible incrédulo, está mejor que yo? Él tiene carro y yo ando a pie. 
  • ¿Por qué tiene abundancia y yo no? Hace fiestas a cada rato y yo tengo que ver como consigo la comida de cada día.
  • ¿Por qué se visten tan bien y yo parezco un pobrecito? 
  • ¿Por qué yo me siento tan cansado y él se ve tan saludable? Hasta tiene tiempo para hacer ejercicio y a mi no me queda tiempo para nada… 
  • Todo lo que ellos quieren lo tienen, y yo para todo tengo que orar… 

 Y cuando comenzamos a pensar así, cuando comenzamos a mirar a los demás, a desear lo que los otros tienen, allí está la ENVIDIA.

  • Envidia de los que están mejor que yo...
  • Envidia de los que tienen más que yo...
  • Envidia de los que hacen lo que yo no puedo hacer... 
Nosotros estamos en un camino de santidad, estamos en el camino que Jesús llamó angosto “Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan” (Mateo 7: 14), y la envidia es el jabón que el diablo lanza para que resbalemos.
Cuidemos el corazón y permanezcamos firmes, con la confianza puesta en aquel que dijo: "No te dejaré ni te desampararé". 
(Continuará...)