martes, 4 de septiembre de 2012

Crónica del bebedor


¿Para quién será el ay? ¿Para quién el dolor? ¿Para quién las rencillas? ¿Para quién las quejas? ¿Para quién las heridas en balde? ¿Para quién lo amoratado de los ojos?

Para los que se detienen mucho en el vino, para los que van buscando la mistura. No mires al vino cuando rojea, cuando resplandece su color en la copa. Se entra suavemente; mas al fin como serpiente morderá, y como áspid dará dolor.

Tus ojos mirarán cosas extrañas, y tu corazón hablará perversidades. Serás como el que yace en medio del mar, o como el que está en la punta de un mastelero. Y dirás: Me hirieron, mas no me dolió; me azotaron, mas no lo sentí; cuando despertare, aún lo volveré a buscar. (Proverbios 23: 29-35).


Mes de la Biblia


En el hemisferio sur, entre 21 y 23 de septiembre, después del gélido invierno irrumpe la primavera. Es gratificante dejar atrás los pesados abrigos, el estar casi encerrado en estos días de mucho frío, el dormir con pijamas de lana y gruesas medias; y nuevamente salir a caminar, a correr en parques o jardines, observar la vegetación que brota de la tierra antes fría y ahora tibia y generosa. ¡Añoro la primavera del cono sur!

Luego, en medio a mis añoranzas, pude alegrarme estando ahora establecida en el trópico –donde solo tenemos dos estaciones: caliente y más caliente–, de que en nuestro Panamá, septiembre es el mes de la Biblia. Y de una forma tal vez nunca antes percatada, realicé que hay similitudes entre las cuatro estaciones del año y la vida en Cristo de los hijos del Rey. Hoy mi énfasis estará dirigido solo a dos de ellas: invierno/primavera.

Cuando los seres humanos entregan sus vidas a Cristo, la mayoría de ellos llegan en el crudo invierno de sus particulares circunstancias. Todo está oscuro, frío, inhóspito, resbaladizo. Buscaban abrigo y calor en cualquier cosa, situación o persona, y el frío no se iba, el refugio se derrumbaba. En ocasiones, la temperatura descendía aun más; el tiritar, el castañear los dientes eran la compañía constante en este vano deambular.

Y luego llega el día, bendito día, que se encuentran con Cristo, el Sol de Justicia: el invierno se aleja, el tiempo de la canción y el tiempo de las flores toman su lugar. Si antes hubo insatisfacción, ahora en y con Cristo están satisfechos. Sus ojos brillan, la sonrisa desaparecida retorna victoriosa y la tierra fría, casi árida por la inclemencia del invierno, vuelve a calentarse recibe nueva vida; las flores asoman sus cabezas, los frutos aparecen y hay fiesta en el aire.

Pasan los días, y aquellos que habían pasado del invierno a la primavera se descuidan, las tormentas regresan; el clima oscila de extremo a extremo –tórrido o gélido– y fácilmente se puede caer en el engaño del antiguo invierno. Pero no todo está perdido, todavía el Sol de Justicia está alumbrando sus caminos. Y antes que se declaren en derrota y desánimo, recuerden que su Dios y mi Dios nos ha dejado un legado, legado éste que tiene el poder de nuevamente hacer huir el amargo invierno y permitir que en nuestras vidas, aunque el entorno fuese verano, otoño o invierno, internamente y en todas nuestras acciones habrá primavera. El legado que tenemos es la santa Palabra de Dios, la BIBLIA.

El legado divino lo tienes en sus manos; crea en lo que ella afirma, son las palabras del Eterno vencedor, el que pudo más que el despiadado invierno que asola la sufriente humanidad. Aférrese a las palabras del legado, ellas son Palabras de vida; atesórelas, ellas le hacen sabio; no las suelte, ellas le encaminarán al refugio seguro y le mantendrán caliente, aun cuando afuera ruja la tormenta y el granizo y la nieve desgajen lo que encuentren a su paso. Y recuerden, para los hijos de Dios que hacen de Su Palabra la norma de vida y conducta “se han mostrado las flores en la tierra y el tiempo de la canción ha venido”.

¡Septiembre, inicio de la primavera en el cono sur! ¡Septiembre, mes de la BIBLIA en Panamá! Mantenga su vida en una perenne primavera, renueve su mente con la eterna Palabra de Dios; permita que las flores de su vida abran sus pétalos y reciban a cada momento el calor y el abrigo del Sol de Justicia, Cristo Jesús, Señor nuestro.

jueves, 26 de julio de 2012

Del libro de los Salmos: Salmo 31


2b Sé tú mi roca fuerte, y fortaleza para salvarme. 15 En tu mano están mis tiempos. 19 ¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, que has mostrado a los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres! 20 En lo secreto de tu presencia los esconderás de la conspiración del hombre; los pondrás en un tabernáculo a cubierto de contención de lenguas. 23 Amad a Jehová, todos vosotros sus santos; a los fieles guarda Jehová, y paga abundantemente al que procede con soberbia. 24 Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, y tome aliento vuestro corazón.  

Oh Dios, cuan reales han sido para mí estas palabras; han sido mi sostén y refugio por mucho tiempo.
Cuando el dolor me abrumaba, cuando la desesperación quiso hacerme su presa, cuando nada ni nadie podía traerme consuelo, allí estuviste tú.
Dios no existe, dicen algunos; pobres infelices que no han conocido al gran Yo Soy, que no han experimentado su fortaleza…
Pero a mí nadie me podrá decir que tú no existes, mi Dios, eres fiel y misericordioso y has llenado mi vida.
Te he conocido en mis momentos oscuros, en mis momentos de angustia, en mis momentos de infinitas lágrimas…
Te he conocido en los buenos momentos; cuando el gozo y la alegría hacían explotar el corazón, cuando todo era bonito, y allí estabas tú…
Te he conocido en la plena utilización de mis fuerzas físicas, cuando iba y venía por las calles de la ciudad, siempre tú y yo juntos…
Te he conocido cuando las fuerzas físicas menguaron, cuando todo se hizo más difícil y complicado, no obstante, allí estabas tú…
El mundo entero podrá gritar “Dios no existe”, “Jesucristo fue un simple hombre”, pero yo sé, yo sé que tú eres real y verdadero; yo sé que eres consolador y perdonador, yo sé que eres refugio y fortaleza.
Y tal como el Job de antaño puedo gritar a los cuatro vientos: “Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios; al cual veré por mí mismo, y mis ojos lo verán, y no otro, aunque mi corazón desfallece dentro de mí” (Job 19:25-27).  

miércoles, 18 de julio de 2012

Del Evangelio según San Lucas: Cap. 17:1, 2


Lucas 17: 1, 2 – Dijo Jesús a sus discípulos: Imposible es que no vengan tropiezos; mas ¡ay de aquel por quien vienen! Mejor le fuera que se le atase al cuello una piedra de molino y se le arrojase al mar, que hacer tropezar a uno de estos pequeñitos.

       Muchas veces asumimos que como cristianos somos “dueños y señores” de nuestras vidas y desatendemos las palabras de aquel que dijo “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Mateo 24:35).
       Por esa razón debemos orar al Señor a fin de que no seamos tropiezo a nadie, que tal como dijo el apóstol Pablo “No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios” (1 Corintios 10:32), lo podamos decir igualmente nosotros.
       No ser tropiezo a los religiosos, a los incrédulos, a la iglesia de Cristo. Este es un llamado más alto, no es válido decir “estos incrédulos, a mí qué me importa lo que piensan”. Definitivamente no es así, como cristianos genuinos (hay muchos que se autodenominan cristianos, pero en realidad no lo son) no podemos ni debemos ser tropiezo a nadie.
        Nuestra primera responsabilidad es con Cristo el Señor, a Él debemos obedecer y servir.
        Que las palabras de Jesús nos mantengan precavidos, que no caigamos en libertinaje tildándola de “libertad”.

lunes, 16 de julio de 2012

Del libro Génesis: Cap.28:12-15


12 Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella. 13 Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia. 14 Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente. 15 He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho.
      Jacob había hecho sus trastadas, sus mentiras y el Señor le da una promesa.
     ¿Pensaría Jacob que él estaba bien con Dios? ¿Pensaría que Dios estaba contento con él?
    Jacob desconocía el duro trato de Dios que vendría sobre su vida para que al final las promesas dadas a su abuelo Abraham y a su padre Isaac se cumplieran en su vida.
      Así nos pasa a nosotros: en ocasiones Dios nos habla por profecías y creemos que ello es un signo de la aprobación de Dios a nuestra conducta o acciones.
     Y tal como Jacob, no sabemos que será necesario un duro trato de Dios para que en el camino de ser un hombre/una mujer conforme al corazón de Dios, seamos corregidos de nuestras malas acciones y nos mantengamos en el camino de la rectitud y de la integridad que es lo que busca el Señor en nosotros.
       Las promesas de Dios son reales, pero el trato que vendrá también lo es; es la única manera de que lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (Efesios 4:13).

martes, 3 de julio de 2012

Del libro Jeremías: Cap. 9: 23, 24


Jeremías 9: 23, 24
Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme,  que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.

El Señor nos quiere llevar a pasos bien definidos. La vida cristiana está marcada por fases distintas dentro de lo profundo, real, genuino, auténtico conocimiento adonde nos quiere llevar el Señor.
Dios nos está llamando a retarle, a buscarle, a no contentarnos con lo que tenemos de Él actualmente, nos está llamando a no ponerle límites,  a fin de que realmente lo conozcamos. Acordándonos de lo que decía el apóstol Pablo “Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo” (1 Corintios 8: 2).
Aun no conocemos a Dios como debemos conocerlo, aún nos falta mucho por andar, pero Él nos dice hoy:
“…alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme…”.
Aún no me han conocido como deben conocerme, aun les queda mucho camino por recorrer, aun hay sendas nuevas que transitar. Si soy eterno, si mi entendimiento no tiene fin, ¿cómo se contentan con lo poco que tienen hoy?
No nos contentemos con lo que tenemos hoy, pidamos más de Él. Y en ese pedir recordemos que el hijo de Dios, el ministro del Señor, el obrero del Señor, no importando su función dentro del Cuerpo de Cristo debe pasar por las siguientes etapas en su desarrollo cristiano:

1. Conocimiento 2. Revelación 3. Experimentación 4.  Realización
1. Conocimiento -  este es el conocimiento mental, intelectual; necesario si, pero es apenas el primer peldaño de la escalera. Judas como discípulo del Señor tuvo conocimiento. Aprendió con su mente natural, pero nunca llegó a la fase de la revelación. A cada conociendo debemos anhelar que el Señor nos lleve a la revelación. El mero conocimiento no me sostiene en el día malo.  Cuando estudiamos el conocimiento aumenta es cierto, pero no debemos quedarnos solamente allí, es necesario y urgente que lleguemos a la…

2. Revelación - La revelación es la iluminación de la verdad que el Señor nos está mostrando. La revelación es una sola pero la iluminación es progresiva. Usamos la palabra revelación en el sentido de iluminación. Si ayer teníamos un entendimiento como un bombillo de 25 voltios, debemos anhelar que la intensidad de la revelación o iluminación aumente. No nos contentemos con 25 voltios si nuestro Dios tiene voltios infinitos. El apóstol Pedro pasó del conocimiento a la revelación cuando dijo:
Mateo 16: 15 -17 El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? 16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. 17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
La revelación es cuando el conocimiento pasa de ser mental y llega a formar parte de nuestro ser. Es cuando el conocimiento cambia de la mente al corazón. El conocimiento intelectual puede ser remecido por muchas cosas, sin embargo el conocimiento revelado no será sacudido. Puedo aún fallarle a Dios, pero la revelación me traerá de vuelta al lugar del cual nunca debería haber salido.
Muchos han tenido revelación, y creyeron que esto era todo, pero la revelación sin la experimentación está incompleta. Y es más, cada vez que el Señor nos da una nueva revelación, una nueva iluminación, le seguirá la experimentación. Nuestro Dios no es un solamente Dios teórico, sino que es un Dios práctico, y por ende, nos lleva a la práctica, a la experimentación.

3. Experimentación - Después de la revelación, después que el conocimiento bajó de la mente al corazón, Dios me hará andar en esa revelación. Cada vez que el rey David confesó lo que era Dios para él, conocimiento recibido y revelado, tuvo que pasar por la experimentación. Usted y yo no seremos diferentes. Estamos en la misma escuela, con el mismo Maestro, y sus métodos aun están vigentes.
En Mateo 26: 69 - 75 cuando Pedro  niega al Señor, el falló en la experimentación. Lo mismo nos puede pasar, pero si tenemos la revelación volveremos a la verdad.
Cuando tenemos la revelación, podemos fallar muchas veces en la experimentación, pero lo bueno es que nuestro Dios no se desanima e insistirá hasta que pasemos esta etapa para entonces llevarnos a la…

4. Realización Cuando regreso a la posición  que Dios me tiene, o paso la prueba de la experimentación, entramos en otra fase: la realización, en donde no nos importa lo que diga la gente, en donde podemos aceptar que no somos los superhombres / supermujeres  que creíamos,  en donde experimentamos que en nuestra debilidad es cuando su poder se manifiesta, en donde podemos dejar que Dios sea quien defienda nuestra reputación. En donde podemos confiar en Él pase lo que pase, en donde estamos dispuestos a pagar el precio que sea con tal de conocerle.
Esto fue lo que le pasa a Pedro cuando en Juan 21 Jesús lo confronta con su negación, restaurándolo a la posición que tenía para él; igualmente Pablo lo experimentó, tal como se registra en…
Filipenses 3: 8 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor…
Es ahora cuando estamos listos para hacer todo lo que Él tiene para nosotros, no importa dónde sea, ni cómo sea, con tal de que le agrade a Él.

Conclusión: para cada nueva realización donde nos quiere llevar el Señor, necesitamos pasar por el conocimiento, por la revelación, por la experimentación y por la realización.
Si usted analiza su vida se dará cuenta que ha pasado en muchas ocasiones por estas fases, y que el proceso seguirá, pues la revelación no tiene fin, y el Señor nos quiere llevar a nuevas realizaciones. Puede que en varias áreas está andando ya en la realización, pero hay muchas más que podemos estar aun en el mero conocimiento. Es un camino de progresión, en donde la luz aumenta paulatinamente.
Busquemos el conocimiento, busquemos la revelación, andemos en la experimentación y trabajemos en al realización. Animémonos y avancemos. Dios está de nuestra parte, el anhelo del Señor es que no seamos cristianos teóricos solamente, sino cristianos que caminemos en la luz de nuestro Dios.
Anhelemos conocer más y más del Señor, busquemos cada día lo fresco de nuestro dios. No vivamos de las revelaciones del ayer, y mucho menos de las revelaciones ajenas. Tengamos nuestras propias experiencias con Dios, hay mucho camino por recorrer.               

jueves, 7 de junio de 2012


Salmo 73: ¿Por qué los que no tienen a Dios prosperan? 

     LA CONCLUSIÓN DEL CREYENTE: 25 – 28
El Señor nos quiere llevar a contestar tres preguntas, no en la teoría, sino en la práctica.

Primera pregunta:
A.     ¿A quién tengo yo en los cielos?
Salmos 73: 25a à ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti?
  • En los cielos no tenemos a cualquiera persona o a cualquiera cosa. En los cielos lo tenemos a Él, el único y soberano Señor; al todopoderosos y sabio Dios.
  • En medio a las pruebas, a las luchas, a los conflictos, Dios nos quiere enseñar que sólo a Él tenemos, todo lo demás es transitorio, y que ese conocimiento esté cimentado en lo más profundo e íntimo del corazón.

 Segunda pregunta:
B.     ¿Qué deseo en la tierra?
Salmos 73: 25b, 26 à Y fuera de ti nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón desfallecen; mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.
  • ¿Qué quiero de la vida? ¿Qué espero del futuro?
  • ¿Hay lugar para Dios en nuestro futuro, o sólo pensamos en nuestro bienestar y logros?
  • Cuando aprendemos y sabemos que Él es lo único que tenemos en la tierra, paradoja de las paradojas, es cuando lo tendremos todo.
  • Dios nos está enseñando que no somos dueños, solamente somos mayordomos de sus bienes; nada es nuestro, todo es de Dios.
  • Y si nada es nuestro, ¿por qué actuamos como si todo fuera nuestro?
  • Nuestros problemas se agravan cuando creemos que lo que Dios ha puesto en nuestras manos nos pertenecen y comenzamos a defenderlo a capa y espada; a defenderlo con uñas y dientes.
  • Dios nos quiere enseñar a no desear nada en la tierra que no sea Él mismo, pues cuando eso es así, no importa lo que nos pida Dios de lo que nos había dado, lo podremos devolver sin molestarnos por ello, y no habrá amargura.
  • Cuando aprendemos a no desear nada en esta tierra, esto no significa que no tendré deseos o anhelos; claro que los tendré, pero estarán puestos en las manos del Señor, y si los recibo, gloria a Dios, y si no los recibo gloria a Dios.
  • Nada de lo que tenemos es nuestro. De todo lo que nos ha sido puesto en las manos tendremos un día que dar cuenta al Dios Todopoderoso.
  • Y si nada es nuestro, ¿cómo debemos tratar lo que Dios puso en nuestras manos? De la mejor manera posible, ya sean personas o cosas.

 Tercera Pregunta:
C.     ¿Dónde está mi esperanza?
Salmos 73: 27, 28 à Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán; Tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta. Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; he puesto en Jehová el Señor mi esperanza, para contar todas tus obras.
  • Dios nos está enseñando a no aferrarnos a nada ni a nadie, pues sólo Él es nuestra esperanza.
  • Cuando pensamos que todo lo hemos entregado a Él, y el Señor viene, nos quita algo y reaccionamos violentamente, nos está mostrando que esa cosa o esa persona no la habíamos entregado a Él.
  • En la medida que más cosas entreguemos a Dios, menos sufriremos, pues no estaremos aferrados a ellas.
  • Entregar una persona al Señor no significa olvidarnos de ella y nunca más tenerla en cuenta.
  • Por ejemplo: nuestros hijos los entregamos al Señor, y cuando ellos se salen del camino decimos: “Bueno, él es de Dios; no tengo porque preocuparme”. Es cierto que no debemos preocuparnos, pero si debemos hacer la batalla en oración por nuestros hijos.
  • Nuestros hijos, nuestros cónyuges no son nuestros, son de Dios. Y porque ellos son de Dios debemos cuidarlos en el plano natural y en el plano espiritual. Dios nos los puso bajo nuestro cuidado y un día nos pedirá cuenta.


     CONCLUSIÓN:
Usted está siendo preparado, yo estoy siendo preparada para que cada día podamos decir como el salmista: “¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra”. 
No permitamos que el enemigo gane ventajas en nuestros pensamientos; peleemos la buena batalla. Su Dios que lo llamó es poderoso para sacarle del conflicto; es poderoso para enseñarle las cosas grandes y ocultas que Él tiene para usted. Su Dios quiere ser el todo en su vida.
No permita que las metas de su vida sean tan irreales como un sueño y que despierte demasiado tarde ante el hecho de que perdió la realidad de la verdad de Dios. La felicidad y la esperanza pueden ser una realidad, pero sólo cuando se basan en Dios, no en las riquezas o logros personales. Por lo tanto, debemos acercarnos a Él tanto como podamos a fin de ser realistas en cuanto a la vida.
Nunca nos olvidemos que la riqueza del no creyente pierde de repente su poder en el momento de la muerte y que las recompensas del bueno, sin pensarlo, adquieren un valor eterno. Lo que parecía riqueza, ahora es desperdicio, y lo que parecía no valer la pena, ahora perdura para siempre.
No desee ocupar el lugar de los incrédulos para obtener su riqueza. Algún día ellos desearán tener lo suyo y poseer sus riquezas eternas.


viernes, 1 de junio de 2012


Salmo 73:  ¿Por qué los que no tienen a Dios prosperan? 

I.       EL DESCUBRIMIENTO DEL CREYENTE: 17 - 24
A.   ¿Dónde descubrir la verdad?
Salmos 73: 17 – 20 à Hasta que entrando en el santuario de Dios, comprendí el fin de ellos. Ciertamente los has puesto en deslizaderos; en asolamientos los harás caer.  ¡Cómo han sido asolados de repente! perecieron, se consumieron de terrores! Como sueño del que despierta, así, Señor, cuando despertares, menospreciarás su apariencia
*Hasta que entrando en el santuario de Dios…” Es en la presencia de Dios; es cuando quito mis ojos de los que me rodean; es cuando miro al autor y consumador de la fe, que puedo comprender muchas cosas: es solamente en la presencia de Dios que mi entendimiento es aclarado y recibo paz. 
*      Cuando se vea bombardeado por estos pensamientos, refúgiese en su Señor; Él es la Roca en donde podemos recurrir continuamente.
*    Es solamente en la presencia de Dios que podemos entender que Él está trabajando con y en nosotros porque nos ama y porque somos sus hijos y Él quiere lo mejor para nosotros, aunque no siempre lo mejor de Dios coincida con lo mejor nuestro. “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis” (Jeremías 29: 11).
*    Confiemos en nuestro Hacedor, somos ovejas de su prado y Él nos está llevando a pastos seguros.
*    Cuando el desánimo y el desaliento vengan a su vida para que usted mire alrededor y quite sus ojos de Jesús, repréndalos en el nombre de Jesús, levántese y siga adelante.
*    Él viene pronto y su galardón con Él para dar a cada uno según sus obras. Si hemos permanecido hasta aquí sigamos adelante, no retrocedamos.
 Con todas estas luchas…
B.   ¿Cómo estaba yo delante de Dios?
Salmos 73: 21, 22 à Se llenó de amargura mi alma, y en mi corazón sentía punzadas. Tan torpe era yo, que no entendía; era como una bestia delante de ti.
*    ¿No ha experimentado punzadas en su corazón? ¿Situaciones que le producen, literalmente hablando, punzadas? La amargura es un estado que nos acarrea punzadas.
*    ¿Ha estado usted amargado y resentido contra Dios? Yo he pasado por allí. En una ocasión estaba llena de amargura y le dije al Señor:
*    “Definitivamente no puedo hacer tu voluntad, es muy dura. Y como no puedo hacer tu voluntad haré la mía, y por eso no puedo seguir contigo. Pero quiero que sepas que a pesar de todo aún te amo”.
*    Fui como una bestia delante de Él. Y aquella no fue la única ocasión, he tenido otras, creánme.
*    En una oportunidad el salmista David escribe inspirado por el E. S.: “No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento, Que han de ser sujetados con cabestro y con freno, porque si no, no se acercan a ti” (Salmo 32: 9).
*    ¿Por qué se usa la figura de una bestia? ¿De un ser irracional? ¿De un animal? Eso es así porque las bestias no alcanzan a ver más allá del breve espacio que contemplan, es decir, el suelo que pisan; no alcanzan a ver más allá del tiempo presente en que se mueven; nunca llegan a ver lo venidero.
 C.    ¿Cómo me guió Dios?
Salmos 73: 23, 24 à Con todo, yo siempre estuve contigo; me tomaste de la mano derecha.  Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás en gloria. 
*    Él en su misericordia me guió, me sacó de las muchas aguas, me sacó a lugar   espacioso. Y aprendí que cuanto más demoro en reconocer mi situación, mi pecado, mayor amargura habrá en mi corazón. Y cuando estamos amargados todo nos molesta, todo nos incomoda; la paz y el gozo huyen.
*    Dios le quiere guiar; permita que Él te tome de la mano; permita que Él te guíe según Su consejo.
*    El Señor te quiere hacer entender, te quiere enseñar el camino en que debes andar; no seamos como el caballo o como el mulo; no seamos como bestias delante de Él.
*    Dios nos quiere llevar a la misma conclusión a que llegó Asaf…
       (Continuará...)

martes, 29 de mayo de 2012


Salmo 73:  ¿Por qué los que no tienen a Dios prosperan? 


B.    ¿Para qué me he guardado tanto para Dios?
Salmos 73:12 – 14 à 12 He aquí estos impíos, sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas. 13 Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón, y lavado mis manos en inocencia; 14 pues he sido azotado todo el día, y castigado todas las mañanas.
*    Después de todo, ¿para qué me estoy guardando tanto par Dios? ¿Y si Dios no existe? ¿Y si todo eso es una locura? ¿Y si cuando uno se muere todo se acaba?¿Para qué tanto sacrificio?
*    Guardándome para Dios y mi juventud pasando... Todas mis amigas se han casado; claro, ellas no eran tan exigentes como yo tengo que ser…  
*    Varios de mis compañeros de secundaria están bien en la vida, y yo, por guardar mi honradez todavía ando en ómnibus

C.    ¿Por qué no ser como uno de ellos?
Salmos 73: 15, 16 àSi dijera yo: Hablaré como ellos, he aquí, a la generación de tus hijos engañaría.  Cuando pensé para saber esto, fue duro trabajo para mí,
*    ¿Qué problema hay en no decir la verdad a veces? ¿A quién le preocupa que yo sea siempre el irreprochable? ¿Por qué tengo que ser el perfecto si sólo soy un ser humano?
*    ¿Qué problema hay en salir con mis amigos inconversos por unos días? Total ellos son buena gente; es más, son mejores que muchos cristianos. Por lo menos ellos no se la pasan criticando, ellos son “cool”.
*   Pasamos por estas luchas y no entendemos. Decimos “Señor, tanto te estoy buscando, y todos los días me sucede algo; es palo a toda hora. ¿Hasta cuándo?”
*    Y nos desanimamos y bajamos la guardia; descuidamos nuestra vida devocional; empezamos mayormente a aceptar los valores del mundo y cuando menos lo esperamos, cuando menos nos damos cuenta, estamos enredados en muchas cosas y fácilmente podemos volver al mundo, a la vida sin Cristo.
*    No pertenecemos a este mundo; aquí estamos de paso por eso no podemos ni debemos hacer ni pensar como los habitantes de este mundo.
*    Somos embajadores del Reino Eterno cuyo Rey es Jesucristo. Debemos mantener y mostrar las costumbres y los estándares de nuestra patria celestial.
*    Pasamos por luchas, conflictos; terribles batallas mentales, pero si somos sinceros en el fondo de nuestro corazón; si, a pesar de todas las pruebas, de todas las luchas, queremos seguir adelante, nos encontraremos con lo que encontró Asaf…
     (Continuará...)

jueves, 24 de mayo de 2012

Salmo 73: ¿Por qué los que no tienen a Dios prosperan? 

Salmos 73: 1 – 9
1 Ciertamente es bueno Dios para con Israel, para con los limpios de corazón. 2 En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; por poco resbalaron mis pasos. 3 Porque tuve envidia de los arrogantes, viendo la prosperidad de los impíos. 4 Porque no tienen congojas por su muerte, pues su vigor está entero. 5 No pasan trabajos como los otros mortales, ni son azotados como los demás hombres. 6 Por tanto, la soberbia los corona; se cubren de vestido de violencia. 7 Los ojos se les saltan de gordura; logran con creces los antojos del corazón. 8 Se mofan y hablan con maldad de hacer violencia; hablan con altanería. 9 Ponen su boca contra el cielo, y su lengua pasea la tierra.

  • ¿Por qué los que menos buscan a Dios se ven mejores que los que más Le buscan?
  • ¿Por qué mi vecino, que es un terrible incrédulo, está mejor que yo? Él tiene carro y yo ando a pie. 
  • ¿Por qué tiene abundancia y yo no? Hace fiestas a cada rato y yo tengo que ver como consigo la comida de cada día.
  • ¿Por qué se visten tan bien y yo parezco un pobrecito? 
  • ¿Por qué yo me siento tan cansado y él se ve tan saludable? Hasta tiene tiempo para hacer ejercicio y a mi no me queda tiempo para nada… 
  • Todo lo que ellos quieren lo tienen, y yo para todo tengo que orar… 

 Y cuando comenzamos a pensar así, cuando comenzamos a mirar a los demás, a desear lo que los otros tienen, allí está la ENVIDIA.

  • Envidia de los que están mejor que yo...
  • Envidia de los que tienen más que yo...
  • Envidia de los que hacen lo que yo no puedo hacer... 
Nosotros estamos en un camino de santidad, estamos en el camino que Jesús llamó angosto “Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan” (Mateo 7: 14), y la envidia es el jabón que el diablo lanza para que resbalemos.
Cuidemos el corazón y permanezcamos firmes, con la confianza puesta en aquel que dijo: "No te dejaré ni te desampararé". 
(Continuará...)

jueves, 5 de enero de 2012

Año Nuevo por Sergio A. Perelli

Las puertas de un año nuevo
de par en par se vuelven a abrir;
y Dios fervientemente
nuestras vidas quiere bendecir.

Su Palabra nos exhorta
lo que quedó atrás olvidar;
las cosas viejas pasaron
aunque cicatrices puedan quedar.

Nuestro Padre una vez más nos ofrece
un año nuevo recibir;
pero desea que le dejemos
hacer Su voluntad en nuestro diario vivir.

Las puertas de un año nuevo
de par en par se vuelven a abrir;
y Dios fervientemente
nuestras vidas quiere bendecir.

A El nuestro futuro
debemos encomendar;
y para que no se aparte de nuestro lado
Sus mandamientos debemos guardar.

El Reino de Dios y Su Justicia
cada día debemos buscar;
si este es nuestro compromiso
Su Gracia y Amor, nunca nos van a faltar.

Las puertas de un año nuevo
de par en par se vuelven a abrir;
y Dios fervientemente
nuestras vidas quiere bendecir.